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De caucho vulcanizado a industria millonaria: la historia de los tenis.

  • Foto del escritor: Liz  Almeida
    Liz Almeida
  • 26 feb 2024
  • 3 Min. de lectura

POR LIZ ALMEIDA 26 DE FEBRERO 2024


 

De un invento que resultó en caucho vulcanizado, a un mercado que en 2025 alcanzará los 95,140 millones de dólares. Esta es la historia, evolución y trayectoria del calzado más usado en todo el mundo: los tenis.



Polifacéticos y básicos en cualquier guardarropa. Los tenis, han escalonado hasta posicionarse como el calzado por excelencia en todo el mundo, en una historia que les ha concebido trascender de equipamiento deportivo hasta ser parte de la cultura que constituye una industria millonaria para la moda.


Sus inicios parten de un invento creado en el año 1839, el científico estadounidense de apellido hoy día reconocido, Charles Goodyear, dio con un proceso que mezclaba sulfuro de caucho caliente que resultó en una sustancia flexible, moldeable e impermeable. No fue hasta décadas después que esta innovación se aplicaría las suelas de los zapatos, dando con las primeras zapatillas deportivas del siglo XIX.


Las bases estaban sobre la mesa: una propuesta con la capacidad de crear un mercado millonario de caer en las manos correctas y mentes ingeniosas, en este caso con la US Rubbery Company, quienes desarrollaron la marca Keds en 1916. Bastó un año para que la competencia despegara, entrando Converse con el lanzamiento de sus zapatillas All Star a la ecuación.


Ambos modelos son reconocidos y de alta demanda hoy día, pero para que ello sucediera en el caso de los Converse, necesitaron el impulso que el jugador y entrenador de básquetbol, Chuck Taylor, aportó en su momento. Taylor se dedicaba a promocionar estos zapatos en Estados Unidos, logrando la popularidad de la marca que hoy conocemos, siendo incluso rebautizadas en su honor como las Chuck Taylor All Star Converse desde 1932.


Estudiar la historia de cualquier materia desglosa nombres actualmente reconocidos cuyos contextos resultan extraordinarios una vez identificados en un espacio temporal. Retroceder al 1924 y avanzando en la cronología evolutiva de los tenis lo hace también; cuando los hermanos alemanes Rudolf y Adolf “Adi” Dassler se incorporaron con su propia propuesta de negocio de calzado para atletas.



Una idea que comenzó en el cuarto de lavandería de su madre recopiló triunfos importantes como la victoria de cuatro medallas de oro del corredor estadounidense Jesse Owen utilizando sus diseños, pero culminó en una separación dolosa en los 40. Un trago agridulce si consideramos que la rivalidad de los hermanos resultó en la creación de dos de las marcas deportivas más enormes actualmente: Adidas de Adolf y Puma de Rudolf.


Llegados los años 50 los tenis ya no eran comunes solo para deportistas, sino que su mercado ya abarcaba el público infantil estadounidense, familias completas e incluso celebridades icónicas. Su aparición en películas de Hollywood eran un impulso más para que el mundo estuviera deseoso por un par del cómodo calzado. Aunque su aceptación tuvo que ser construida durante años; las escuelas por ejemplo, estaban consternadas por la combinación de tenis con pantalones de mezclilla, y es que en ciertos círculos sociales los tenis simbolizaban rebeldía que cruzaba las normas sociales de comportamiento y apariencia.


En 1970 el panorama para los tenis había dado un vuelco importante, los tenis ya eran sinónimo de básicos aceptados, el surgimiento de la marca Nike no pudo ser más oportuna para este panorama. Y tan solo necesitó 10 años para que su icónica marca Air Jordan se originara en 1984, cuando el basquetbolista Michael Jordan prestó su nombre e imagen para su creación, consolidándose como uno de los modelos más icónicos para entusiastas del deporte como de la moda.



La aparición de más modelos continuaba en esa misma década: Reebok lanza los Freestyles, revolucionarios para el mercado femenino. A estas alturas, el género de quien usara este tipo de calzado era indiferente, y es que su público era tan diverso como los modelos a adquirir, pero algo estaba claro; la cultura pop influyó en el afecto que las masas presentaban hacia los tenis, y lo sigue siendo en la actualidad, reconociendo la incuestionable palomita de Nike o las tres líneas de Adidas en dondequiera que se encuentren.


Hablar de su actualidad es redundante, pero la apreciación a su recorrido es indispensable para comprender como las limitaciones son inexistentes cuando hay ingenio, ojo comercial y un público atraído a formar parte del mismo. Para deportistas, músicos, diseñadores, artistas, y entusiastas de cualquiera de estas disciplinas los tenis son una oportunidad de fusionar la comodidad con estilo.

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