El arte de ser la <<peor>> vestida.

Del día en que la cantante Björk dio origen a lo que sería un hito de la cultura pop a través de un insólito vestido.

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POR LIZ ALMEIDA 27 DE MARZO DE 2022.

Cuando se trata de la alfombra de los Premios Oscar, la conversación es polémica. Marcada por atuendos distinguidos que se adueñan del momento y lo convierten en algo extraordinario, hasta indumentaria desafortunada que desata a la crítica. Pocos pueden sin embargo, presumir que su elección de vestuario, por muy juzgada e incomprendida que pueda ser, ha logrado inmortalizar el presunto desastre a través de numerosas referencias que hasta el día de hoy siguen vigentes, pero el vestido de cisne de Björk, es el caso.

El 25 de marzo de 2001, la artista islandesa pasaría a la historia de los momentos más icónicos de la premiación y de la moda misma. De la mano de una pieza tan inusual como inolvidable firmada por el diseñador macedonio Marjan Pejoski, Björk portó un vestido gigante que cubría y envolvía su cuello con la cabeza de un cisne que reposaba en su pecho, mismo que combinó con medias transparentes con apliques brillantes y un performance a la entrada de la ceremonia en la que simuló poner un huevo en la alfombra roja.

La controversia que provocó no finalizó en simples críticas por parte del mundo de la moda y entretenimiento, donde se le juzgó de escandaloso, peculiar y «el error vergonzoso del año» según Jey Carr para The Boston Globe. No obstante no todo fue negativo para Björk aquella noche, porque además de que la opinión se dividía y algunos celebraban su originalidad, su vestido predilecto sería el primer paso para ser coronada como el noveno más icónico de la historia de los Oscar.

Más tarde se demostraría esto, con Ellen Degeneres usando una imitación en los premios Emmy 2001, parodiado en la famosa comedia ¿Y donde están las rubias? Del 2004, y presente incluso en contenidos dirigidos a generaciones menores en programas populares como Hannah Montana y la serie de dibujos animados Los Padrinos Mágicos y Los Simpson. El mundo musical no se quedó atrás en imitar el emblemático vestido, Nelly Furtado se sumó a la lista con su video de la canción Bajo otra luz, en el cual vistió una replica en el minuto 1:41.

Björk era consciente de su poder; y ella misma celebró su estética mediante su cuarto álbum de estudio, Vespertine, donde usó de nueva cuenta el vestido con el que movió el mundo en la fotografía principal de la portada y aprovechó su simbolismo, expresando para The Sunday Times que “el cisne es una hermosa ave blanca e invernal, una criatura muy romántica, siendo monógama. “ señalando además que, en ese momento, los cisnes le parecían un tipo de soporte simbólico para demasiadas cosas.

Cuando pensamos en Björk y el incidente desembocado, podemos asegurar que por acertadas o no, sean nuestras elecciones, estas siguen teniendo peso y permanencia en nuestras historias. Nuestro entorno testigo siempre dividirá sus juicios, más en nosotros queda priorizar el volumen de nuestras convicciones y permitirnos seguir la lección de estilo de Björk a convertirnos en un momento icónico que trascienda más allá de la crítica.