¿Por qué todas queremos el mismo corte de cabello?
- Liz Almeida

- 9 abr
- 3 Min. de lectura
El cabello no es solo una parte de nuestro cuerpo; es una de las formas más visibles de autoexpresión. Un cambio de corte o color puede transformar nuestra imagen y la forma en que nos percibimos. De hecho, sucede que, a diferencia de la ropa, que está ligada a tendencias cíclicas, los cortes de cabello trascienden el tiempo porque están asociados a personajes y celebridades que dejaron una huella cultural duradera. Al elegir un estilo icónico inspirado en alguien más, estamos canalizando un poco de esa persona en nuestra identidad.
POR LIZ ALMEIDA 28 DE MARZO 2025

Por ejemplo, cuando muchas mujeres adoptaron “The Rachel” en los 90, no solo era porque el corte era favorecedor, sino porque querían verse y sentirse como Rachel Green: sofisticada, independiente y con un aire effortlessly cool. Lo mismo ocurre con otros estilos icónicos: buscamos la energía que representan.
Este fenómeno existe desde la antigüedad, las figuras públicas han marcado tendencias de belleza y estilo. En la modernidad, el cine, la televisión y las redes sociales han amplificado este efecto.

Cuando vemos a una celebridad o personaje con un corte que nos impacta, nuestro cerebro lo asocia con cualidades deseables: belleza, confianza, poder, feminidad o incluso una vibra "cool".
Nostalgia y atemporalidad
El cabello tiene un poder nostálgico que la ropa no siempre tiene. Mientras que la moda cambia constantemente y lo que fue tendencia hace 10 años puede parecer pasado de moda, un corte de cabello puede mantenerse vigente por décadas.

Estos estilos trascienden el tiempo porque evocan emociones y recuerdos asociados a momentos icónicos en la cultura pop.
El cabello como símbolo de transformación
Cortar o cambiar nuestro cabello suele coincidir con cambios emocionales y personales. Hay una razón por la que muchas mujeres deciden cortarse el cabello después de una ruptura: representa un renacer.

Imitar un corte de cabello no solo es seguir una tendencia, sino también reflejar un cambio interno. Nos ayuda a redefinirnos.
Piensa en el el bob de Amélie, el fleco de Zooey Deschanel en New Girl, el pelirrojo de Julia Roberts en Pretty Woman, los rizos salvajes de Sarah Jessica Parker en Sex and the City… se tratan de cortes que siguen inspirando a miles.
Al elegir un corte o color, no solo buscamos algo que nos quede bien, sino que inconscientemente canalizamos la energía del personaje o celebridad. Queremos ser un poco de lo que representan.
Hoy en día, TikTok y Pinterest hacen que cortes como el “butterfly cut” o el “octopus haircut” se vuelvan tendencia en segundos. ¿Esto reemplaza la influencia de las estrellas de cine y televisión? La diferencia radica en que hoy podemos ver miles de ejemplos en tiempo real y experimentar con filtros para probar cómo nos veríamos con determinado corte o color antes de tomar la decisión.
Lo que permanece es esa relación entre las celebridades, los personajes de ficción y nuestras decisiones sobre el cabello siendo profunda y duradera. Estos estilos no solo reflejan tendencias de moda, sino que también representan aspiraciones, identidades y conexiones culturales que trascienden el tiempo.
Imitar cortes de cabello icónicos no es solo una cuestión de moda, sino un fenómeno psicológico y cultural. A través de nuestro cabello, buscamos conectar con identidades, emociones y aspiraciones. Ya sea por influencia de medios, nostalgia, transformación personal o simple deseo de experimentar, el cabello sigue siendo un lienzo poderoso para expresar quiénes somos (o quiénes queremos ser).





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